Recomendaciones para el calor con los niños
Se aproxima el momento de quitarnos el sayo…
Todos nos preparamos para recibir el calor. Nuestro cuerpo también lo hace. Primero aumenta la producción de sudor y luego lo evapora.
Esta es la sabia estrategia que utiliza la naturaleza para que nos mantengamos frescos.
Pero tenemos que tener en cuenta que los niños cuanto más pequeños son menos capacidad de producir sudor tienen y les cuesta más enfriarse.
Es por esta razón que es recomendable que selecciones ropa liviana, suelta y de colores claros.
Y una cosa muy importante:
- No utilices ropa fabricada con telas que absorban el sudor, ya que este tipo de prendas impide la evaporación del calor y, en definitiva, condicionan un enfriamiento adecuado.
- Recuerda ofrecerles agua fría con frecuencia.
- Evita que los niños hagan deporte o jueguen en horas de la siesta.
La emergencia más amenazante es el GOLPE DE CALOR.
En este caso:
- El organismo es incapaz de regular el calor.
- Se produce un serio aumento de la temperatura corporal.
- Las glándulas sudoríparas (glándulas encargadas de producir sudor), se agotan y pierden la capacidad de sudar.
El golpe de calor suele manifestarse de forma súbita. El niño puede llegar a tener una temperatura corporal de 41ºC o más.
La piel se encuentra seca, caliente y roja.
Puede respirar más deprisa, comportarse de una manera diferente, incluso puede llegar a desmayarse o a tener convulsiones;
También puede presentar náuseas o vómitos.
¿Qué debo hacer?
Ante todo trata de enfriarlo inmediatamente y llama al número de emergencia.
Para enfriarlo, es aconsejable volcar grandes cantidades de agua fría. También puedes sumergirlo en agua hasta el cuello.
Si el niño colabora, puedes colocar bolsas de gel congelado o hielo envuelto en un paño húmedo en las axilas y las ingles.
¿Es lo mismo el golpe de calor que INSOLACIÓN?
La insolación surge tras la prolongada exposición a un medio caluroso, durante el juego y la sudoración abundante. Se produce una importante deshidratación debida a la pérdida de líquidos por sudoración excesiva y a la insuficiente ingesta de líquidos.
A diferencia del golpe de calor, la temperatura puede ser normal, o alcanzar hasta los 39ºC, la sudoración es abundante y la piel está húmeda, pálida y fresca.
El niño tiene sed, orina poco (solo una vez en las últimas 4 horas), la orina suele ser oscura (concentrada). Puede sentirse débil, muy cansado y tener náuseas.
CALAMBRES POR CALOR: A menudo aparecen agujetas en las piernas o en el abdomen. Puede acompañarse de síntomas de insolación.
También surgen como consecuencia de la deshidratación ocurrida por reposición insuficiente del agua perdida con la sudoración excesiva.
¿Qué debo hacer?
- Lo primero es llevar al niño a un lugar fresco.
- Ante todo trata de enfriarlo inmediatamente.
- Para enfriarlo, es aconsejable volcar grandes cantidades de agua fría.
- También puedes sumergirlo en agua hasta el cuello. O puedes utilizar paños mojados y fríos.
- Cuando los paños se hayan calentado por el contacto con el cuerpo puedes exprimirlos y volver a colocar los paños en agua fría.
- Ofrécele abundante agua. Las bebidas deportivas (isotónicas) no son mejores que el agua y siempre es más fácil disponer de agua.
- En el caso de calambres musculares por calor, puedes hacerles estiramientos, masajes y aplicación de hielo envuelto en un paño en los músculos doloridos.